jueves, 12 de julio de 2007

Filosofía: Madre de todas las cosas.

Los profesionales en áreas técnicas, especialmente en Tecnologías de Información, tenemos una fuerte tendencia a querer pretender que el proceso de cultivar frutos y vegetales es ir directo al campo a cosechar y comenzar a comerlos o comercializarlos. Es bien conocido en esta área del conocimiento el síndrome del profesional que no espera terminar de escuchar un requerimiento (o una forma primitiva de algo parecido) para comenzar a codificar una solución.

Menos específico que el ejemplo anterior, está el hecho de que queremos ser expertos en las herramientas y en las técnicas sin remitirnos primero a los por qué, a las preguntas y necesidades que promovieron la existencia de esas herramientas y técnicas. Pareciera que se convierte en condición suficiente el saber que para alguien fue una buena idea el construir tal o cual herramienta como para decidir comenzar a probarla, o peor aún, a usarla en un proyecto ya en progreso.

Yo soy un firme creyente de que el saber y entender los por qué de las cosas te permite tener un nivel que no vas a lograr por mucho que conozcas los más rebuscados detalles técnicos de una herramienta o una técnica. Generalmente, los por qué nos llevan al trasfondo filosófico que generalmente podemos encontrar de cualquier ciencia o arte.

Es bien importante tener esto claro, porque es muy normal que mientras nos encontramos abarrotados de cosas por hacer, en un proyecto lleno de dolores de cabeza, de tiempos ajustados y de presiones de clientes y superiores, nos limitamos al cumplimiento cuasi mecánico de aquello que nos piden, buscando no la mejor, y ni siquiera una buena solución, sino con la primera que nos topamos, para salir del paso. Allí, casi ni analizamos lo que vamos a hacer sino que lo que hacemos se convierte en movimientos anaeróbicos que pueden conducirnos a meter más dolores de cabeza, más actividades por hacer en menos tiempo, y por consiguiente, más presión por parte de clientes y superiores.

Mucha gente desdeña de la filosofía por considerarla difícil de entender, además de inutil. Nada más lejos de la verdad según lo veo yo, pero es una cuestión de utilizar lo que necesitas en el momento indicado. No se trata de que todos seamos expertos filósofos, como quizás no podríamos serlo en todos los aspectos de nuestra vida. Pero si hay un área en la que te muevas más que en otra, esa área se convierte en fuerte candidata para que conozcas la filosofía detrás de ella, para que entiendas los por qués.

Entender la filosofía sobre la que se basa una ciencia o área del conocimiento te permite colocarte en el punto de vista indicado. Entender el por qué es importante un código bien documentado marca la diferencia entre sentarte con calma a ahorrarte horas de sufrimiento en meses futuros y sentirte frustrado a hacer una cosa inútil que tu jefe y el cliente quieren que tu hagas y que no va a servirle a nadie. El primer consumidor de la documentación de un código es el mismo desarrollador que la escribe, y de no ser así, va a serlo alguien de su mismo equipo de desarrollo. Desde este punto de vista, no documentar un código, especialmente si sabemos que lo que implementamos no ha sido fácil de hacerlo, es lanzar un boomerang que nos lastimará en el futuro o nos convierte en pésimos compañeros de equipo.

Detrás de casi todas las decisiones, incluso las más ininteligibles, hay un por qué, una filosofía. Conocer esos por qués es un arma para seguir avanzando en la aventura de vivir, sea en TI o en algún otro área del conocimiento. Esta también es la razón por la que se hace importante el conocer la historia, sea la de tu país, la universal, la de tu empresa, la de la ciencia o arte que dominas, o la del proyecto en el que estás atascado.

Asi que, cuando vean una persona que pregunta el por qué cuando le informan de una decisión extraña, no es simplemente un preguntón impertinente, es alguien en busca de poder y conocimiento para su futuro :).

1 comentario:

Yrene dijo...

Totalmente comparto tu análisis, considerando que la filosofía nos
permite enfrentar cualquier tópico desde una doble perspectiva, la del conocimiento y la de la acción. Referido al tema en cuestión muestras un punto de vista muy interesante que da pie o sirve de base y motiva a indagar al respceto.